Calafate

Mundialmente conocido como el hogar del Glaciar Perito Moreno, Calafate no defrauda a ningún turista mochilero que se acerca a visitar el espectacular paisaje que ofrece la gigantesca masa de hielo.


Viajo como mochileros desde El Chalten en autobús para llegar a Calafate, por un precio de $800 argentinos y unas 2/3 horas de viaje, que tendrás que reservar un día antes para asegurar tu jornada.

Al llegar allá un amigo me recoge en la estación de autobuses, lo cual quiere decir que durante mi estancia voy a quedarme en su casa, me ahorro el alojamiento de uno de los lugares más caros de la Patagonia.

 La ciudad es muy turística y cuenta con más de 10 mil camas para alojar al visitante, además de campings, por lo que buscando bien y con algo de antelación no deberíais pagar un precio demasiado excesivo.

En cuanto a ocio para mochileros, la ciudad no ofrece mucho más que la principal atracción por la que todo el mundo viaja hasta allá, por lo que 2/3 días te van a bastar en Calafate.

EL CALAFATE ARGENTINA

Al día siguiente de mi llegada nos dirigimos a visitar ¡¡EL GLACIAR!! Aquel momento que llevaba esperando desde que comencé mi viaje. Perito Moreno se encuentra a 80km de la ciudad por lo que vas a necesitar un transfer privado o alquilar vehículo para llegar hasta allá.

El Transfer cuesta alrededor de $1000 ida y vuelta y el alquiler de un coche ronda el mismo precio. Después de una hora conduciendo llegamos a la entrada del parque, donde pagamos una tasa de $700 argentinos para extranjeros o $360 para nacionales, y unos minutos después….Hhhhhhhh!!! Nos quedamos sin respiración, ahí está, el primer avistamiento se produce desde la famosa curva de los suspiros, un nombre muy acertado que comprobaréis al llegar.

 Una buena hora para llegar al glaciar es a eso de las 10:00 (el parque abre a las 08:00 y cierra a las 18:00 la entrada), para no agarrar demasiado tráfico, aparcar sin problemas e iniciar la visita sin demasiado turista alrededor, pues muchos grupos organizados llegan a las 11:00.

El circuito consta de 4 pasarelas distintas, desde donde podemos ver el Perito Moreno de frente, desde su cara norte y desde su cara sur, y todas ellas suman unos 4 km, por lo que caminando con calma y tomando fotos en unas 3/4 horas tendrás más que de sobra.

Si visitas ésta maravilla en verano seguramente podrás ver los famosos desprendimientos, trozos de glaciar cayendo al agua y produciendo un espectáculo visual y sonoro sin igual.

Llega la hora de comer y Ups, se me olvidó llevar comida, no pasa nada, tenemos una cafetería donde podemos tomarnos un sándwich de milanesa, hamburguesas, etc y bebida por una media de 400/500 pesos, así que o tienes mejor cabeza que yo o te tocará pagar también.

En cuanto a las actividades que se pueden realizar en el parque a la vez que visitamos el glaciar hay varias opciones:

1. Visita en barco: $700 argentinos y duración de una hora, muy recomendable y espectacular la vista que conseguimos acercándonos en barco, reservamos en las taquillas del parque o en alguna agencia desde la ciudad.

2. Mini Trecking: $3600 argentinos, precio sin traslado desde la ciudad, un barco nos lleva desde el puerto hasta el glaciar y ahí caminaremos media hora por el bosque hasta llegar a la base donde nos colocaremos unos crampones para caminar hora y media encima del glaciar. Es una experiencia bastante bonita y más aún si te hace el día soleado que tuve yo! Después de la caminata tomamos un chupito de whisky y chocolate como no, con hielo glaciar. Después nos dejarán algo de tiempo para comer (no hay bar allá) y de regreso al puerto, todo te va a sumar unas 5 horas.

3. Kayak: $5600 argentinos es el precio que hay que pagar para remar una hora a ras del glaciar. Personalmente no realice ésta excursión por el alto precio que tiene, pero la gente parecía disfrutar mucho de esta experiencia, así que si dispones de un buen presupuesto y te animas seguramente no te arrepentirás.
Aconsejo hacer las excursiones (excepto el barco) temprano para tener el resto del día para visitar el glaciar a pie por las pasarelas.

De vuelta a la ciudad y con una sonrisa de oreja a oreja, maravillado por la gran experiencia vivida y sin perdonar lo que estaba por caer, me voy con mis amigos argentinos a disfrutar de un contundente asado y una puesta de sol que «pone el punto sobre la I» a un día espectacular mochileros.