SUR DE ALEMANIA

Viaje a Alemania

Tanto uno como otro hemos tenido la oportunidad de vivir durante un año en Alemania, Anna en Kaiserslautern, en el suroeste, y Edu en Regensburg, en el sureste. Esto nos ha permitido conocer esta zona de Alemania de una manera profunda, y hasta hemos aprendido a comprender y querer a la gente de estos lugares.


A diferencia de lo que la mayoría de personas puede llegar a pensar, en gran parte de los lugares que revisaremos a continuación, nos hemos encontrado con ciudades con un carácter alegre y abierto, en las que los habitantes de las mismas tienen una visión de la vida no tan diferente a la que tenemos en los países mediterráneos. Todo esto sin perder su toque alemán tan característico.

Esperamos que este breve repaso de nuestras andanzas por Alemania puedan transmitir nuestra visión tras años de continuos viajes por estas regiones como mochileros.

BAYERN

Regensburg

Tras un año viviendo en esta preciosa ciudad bañada por los ríos Danubio y Regen, son muchos los recuerdos y lugares susceptibles de ser mencionados, así que vamos a intentar hacer un ejercicio de síntesis.

Esta ciudad te enamora desde el primer instante en que la pisas. No tiene precio perderse por las callejuelas del antiguo barrio judío, visitar la enorme catedral gótica o ir de plaza en plaza entre Neupfarrplatz, Heidplatz y Bismarkplatz disfrutando de su carácter abierto.

También es casi obligado cruzar el puente de piedra (Steinerne Brücke) para tener la mejor vista de esta ciudad y pasear por las pequeñas islas que forma la desembocadura del Regen en el Danubio, en el acogedor barrio de Stadtamhof.

Otra alternativa es tomar un barco para visitar el Walhalla, un edificio neoclásico perdido en medio de las colinas que rodean al río, desde el que se tienen unas panorámicas excelentes.

Entre los lugares donde disfrutar de la gastronomía, hay que destacar el Goldene Ente, un agradable Biergarten estratégicamente situado frente al río. También el Historisches Wurstkuchl, que según algunos datos es el restaurante más antiguo del mundo que continúa abierto, tras más de 500 años sirviendo las típicas salchichas locales.

Para tomar algo o si buscas marcha, en Regensburg encontrarás siempre opciones. Para nosotros, las mejores son el Irish Harp, frente al Puente de Piedra, especialmente cuando hay música en directo, o Hinterhaus, cerca de Haidplatz, si buscas un lugar tranquilo donde charlar.

Amberg

Es un pequeño y tranquilo pueblo prácticamente equidistante a Regensburg y Nürnberg. La casualidad hizo que lo visitáramos un par de veces, ya que teníamos un amigo trabajando allí. Es agradable pasear por el centro de la ciudad amurallada, haciendo una parada en “die Brille” (las gafas), la parte más conocida de la muralla.

Si se tiene suerte de disfrutar de un día soleado, no hay que dejar de tomar un buen desayuno en la Metzgerei Hottner, en la céntrica Marktplatz. Para comer o cenar, en el Winkler Bräuwirt sirven bandejas con abundante carne, y es posible pedir barriles de cerveza local de los que uno se puede ir sirviendo directamente.

Además, nosotros hemos tenido la fortuna de celebrar la boda de nuestros amigos españoles en esta ciudad. La celebración coincidió con el el festival de la cerveza tipo Bock, un estilo fuerte y de color oscuro. Son muchos los recuerdos de un fin de semana inolvidable.

München

Esta es la ciudad que más veces hemos visitado. Es la capital de Baviera, la tercera ciudad más grande de Alemania, y tiene mucho más que la Oktoberfest, a la que, por supuesto hemos asistido unas cuantas veces. Quizá nuestro lugar favorito en München es el Englischer Garten, un enorme parque que es el pulmón de la ciudad. En él como mochileros se puede pasear, hacer deporte o incluso comer o tomar una cerveza en el Biergarten junto a la pagoda china o Chinesischer Turm.

Otra zona excelente para visitar es el Olympiapark, donde tuvo lugar la celebración de los JJOO en 1972. Allí finaliza la Media Maratón de München, que hemos tenido la oportunidad de disputar en un par de ocasiones.

También nos gusta perdernos por el centro comercial Fünf Höfe, de los arquitectos suizos Herzog & de Meuron. Es un centro comercial con una gran cantidad de rincones en los que pararse a disfrutar de la magistral simbiosis entre los usos comerciales, la naturaleza y la estudiada iluminación.

München tiene en su área de influencia algunos lugares que incitan al viajero a hacer una escapada de un día, como la estación de esquí de Brauneck, a la que se puede ir en tren, bien a esquiar en invierno o a hacer senderismo en primavera o verano. Ambas opciones las hemos probado y merecen mucho la pena.

Por otro lado, en el monasterio de Andechs de puede comer uno de los mejores codillos que hemos probado, mientras se degusta una de las cervezas que elaboran allí mismo.

Núremberg

Aun siendo una ciudad cuyo centro está perfectamente reconstruido, siempre que la hemos visitado nos ha dado la sensación de que a esta ciudad le falta algo de alma. Sin embargo, el recorrido desde la estación hasta el castillo, cruzando el río por el Museumsbrücke, el punto con más encanto de Nürmberg, es siempre agradable. Nos gusta regresar del castillo bordeando la muralla y cruzar los diferentes puentes sobre el río.

Posiblemente la ocasión en que más disfrutamos de esta población fue cuando visitamos su famoso y encantador mercadillo navideño o Weihnachtsmarkt, uno de los más importantes de Europa.

Más allá de los límites de la ciudad antigua se encuentra el DokuZentrum, un antiguo y enorme complejo proyectado por el partido nazi, que quedó inacabado, y que actualmente alberga un interesantísimo museo con información detallada sobre el ascenso y la decadencia del nazismo.

Bamberg

Esta ciudad tiene uno de los centros históricos más bonitos de las que hemos visto en Alemania. Cuando la hemos visitado, simplemente nos hemos dejado llevar por sus calles hasta llegar a la espectacular plaza de la catedral, rodeada de edificios monumentales.

Además, tiene un estilo de cerveza propio, llamado Rauchbier. Es un tipo de cerveza con un color oscuro y un característico sabor ahumado. La pudimos probar en un pequeño puestecito en la Domplatz de Bamberg.

Passau

Otra de las ciudades bávaras que merece la pena visitar es Passau. Fronteriza con Austria, está bañada por los ríos Eno, Danubio e Ilz. Esto da a sus calles un aire muy agradable, ya que en cualquier dirección acabas encontrándote un puente sobre uno de estos ríos.

BADEN-WURTENBERG

Stuttgart

Es la capital de Baden-Wurtenberg, y para nosotros lo más importante es visitarla en una época en la que puedas disfrutar de su centro totalmente abierto, perfecto para dar uso a las zonas ajardinadas tomando algo o haciendo picnic.

Como curiosidad para los aficionados a los coches, en Stuttgart visitamos el Museo de Mercedes-Benz, interesante especialmente por la forma en que muestra los paralelismos entre la historia del siglo XX y el desarrollo de este medio de locomoción.

En los alrededores de Stuttgart hay un lugar muy importante para los amantes de la arquitectura moderna, como nosotros. Es el Weissenhofsiedlung, una exposición de casas que fue dirigida por Mies van der Rohe en 1927, y en la que participaron los arquitectos más importantes del momento. Realmente fue una experiencia increíble visitar este catálogo de casas de una época que cambió la arquitectura para siempre.

Ulm

En esta ciudad hicimos una rápida parada en nuestro trayecto entre Kaiserslautern y München, por dos motivos. El primer motivo era contemplar su catedral, que además de ser la iglesia más alta del mundo, domina imponentemente el centro de la plaza principal. El segundo motivo era pisar el lugar en el que nació Albert Einstein. La visita fue breve, pero cumplió nuestra expectativa.

Heidelberg

Esta ciudad de tradición universitaria tiene uno de los centros históricos más bonitos de Baden-Wurtenberg, por no decir de toda Alemania. Era una visita obligada cada vez que alguien se acercaba a Kaiserslautern a ver a Anna durante su estancia allí.

Nuestro itinerario recomendado implica iniciar el día subiendo al castillo, visitando el Museo de la Farmacia y los enormes barriles de vino dentro del edificio. Si es posible probar un poco de vino de hielo, mejor aún. Esta zona tiene una tradición vinícola muy arraigada, y preparan los mejores vinos de todo el país.

Tras hacer algunas fotos del centro histórico desde esta ubicación privilegiada, lo mejor es bajar y dar un paseo por sus calles, y cruzar el río Neckar por el puente de piedra, lo cual según la estación del año puede llegar a ser una ardua tarea.

Para terminar la jornada, tenemos la buena costumbre de cenar en Schnitzelhaus Alte Münz, un restaurante a la orilla del río con una carta con hasta 101 formas diferentes de cocinar este típico plato alemán de cerdo empanado.

Friburgo

La ciudad de Friburgo tiene un ambiente y un aroma que atrapa al visitante al poco tiempo de llegar a ella. Algunas de las calles tienen pequeños canales a los lados por los que corre el agua del deshielo, como pudimos comprobar en nuestra visita en el mes de marzo, cuando el frío empezaba a dar una tregua.

Aprovechamos para recorrer una pequeña parte de la cercana Selva Negra, que en esa época estaba todavía llena de nieve, pero también llena de preciosas cascadas

RHEINLAND-PFALZ

Kaiserslautern

No se puede decir que Kaiserslautern sea una ciudad que destaque por su belleza, sin embargo, el hecho de haber vivido en ella y haberla visitado tantas veces nos ha llevado a quererla tal cual es. Posiblemente lo más famoso de la ciudad son su equipo de fútbol y la base militar de los EEUU que tiene en sus alrededores.

Lo más interesante que se puede hacer allí es subir al restaurante en el último piso del ayuntamiento, el edificio más alto de la ciudad, y tomar una cerveza o un café al atardecer, mientras se contempla como la ciudad va encendiendo sus luces al mismo tiempo que la iluminación natural va cayendo.

Sin embargo, hay en esta ciudad lugares donde solíamos disfrutar de la gastronomía del sur de Alemania. Entre ellos nuestro favorito es el Brauhaus am Markt, donde recomendamos pedir el codillo, acompañado de un tubo de cerveza de un metro de altura en el centro de la mesa, para poder ir sirviéndose al gusto.

En una de las visitas a Kaiserslautern aprovechamos para hacer una parada en el cercano castillo de Schwetzingen, reconstruido en el siglo XVIII, y cuyo principal atractivo son los cuidados jardines que lo rodean. Una visita recomendable para los amantes de este tipo de edificios históricos.

Mainz

Mainz o Maguncia es una ciudad cercana a Frankfurt, conocida por ser la ciudad donde nació y vivió Johannes Gutemberg, el inventor de la imprenta moderna. De esta ciudad destacaríamos su impresionante catedral y la plaza en la que se sitúa el Museo Gutemberg, con vistas al Rin, que marca la frontera con el estado de Hesse.

También nos gustó pasear por la ajetreada Plaza del Mercado y visitar el curioso Teatro Estatal, un edificio redondo restaurado a finales del siglo pasado tras ser destruido en la 2a Guerra Mundial.

Es además el punto final de la Ruta de los Castillos del Rin, de la que hablaremos más adelante.

Speyer

Visitamos Speyer en una excursión de un día desde Kaiserslautern, en un trayecto de poco más de una hora en S-Bahn. El día empezó movido, ya que estuvimos a punto de perder el tren. Pero una vez allí, nos dirigimos a la zona más interesante de esta población bañada por el Rin, que va desde la Altpörtel hasta la impactante Catedral, recorriendo la calle principal Maximilianstrasse. La Catedral es de estilo románico, y llama la atención por estar construida en arenisca roja.

Además, de casualidad, coincidimos con el Festival anual que organiza toda buena ciudad germana, en este caso dedicado al Brezel, el famoso lazo de pan alemán (Speyerer Brezelfest), así que pudimos disfrutar de la feria que había montada, de los puestos de comida y, cómo no, de la cerveza local.

Trier

Esta población junto al río Mosela es uno de los mejores resquicios del Imperio Romano que quedan en Alemania. Especialmente impactante es la Porta Nigra, que vigila la entrada de la ciudad, y toma el nombre del color de las piedras que la forman, oscurecidas por el paso de los años.

Nuestra visita fue breve, ya que el centro se puede visitar en unas pocas horas. Como curiosidad para los amantes de la historia, se puede visitar en Trier la casa natal de Karl Marx.

Ruta de los Castillos del Rin

Quizá una de las actividades más cautivadoras que se pueden hacer en Alemania es la Ruta de los Castillos del Rin. Es recomendable alquilar un coche para recorrer el camino entre Koblenz y Mainz, ya que este medio da la libertad de hacer paradas en los puntos más interesantes.

Además de los diferentes castillos que puedes ir visitando a lo largo del recorrido, lo que más nos sedujo a nosotros fueron las vistas del río desde lo alto de los diferentes poblaciones en que íbamos parando. Mención especial merece la zona entre el pueblo medieval de Bacharach y la famosa estatua de Loreley, situada en un precioso saliente del río a la altura de St. Goar.

Koblenz

El punto de partida de la Ruta de los Castillos del Rin es este lugar, cuyo nombre significa confluencia, debido a que en ella se unen los ríos Mosela y Rin. El punto donde se produce esta unión entre ambos ríos es conocido como Deutsches Eck, o esquina alemana, y está gobernada por una enorme estatua de Guillermo I. Actualmente conmemora la reunificación alemana.

Para nosotros, únicamente por la increíble sensación de situarse en esta esquina y contemplar cómo se cruzan las aguas desde dos direcciones distintas, a veces incluso mostrando colores diferentes, ya vale la pena venir. Le da sabor más auténtico si la visita coincide con el paso con alguna de las alargadas embarcaciones que transportan carbón a lo largo del río.

Worms

En una de las ocasiones en que hacíamos el camino de regreso desde Heidelberg a Kaiserslautern, decidimos conocer una ciudad cuyo nombre nos venía llamando la atención durante bastante tiempo. Hablamos de Worms, otra de las pequeñas localidades del suroeste de Alemania, con un animado centro histórico y, sobre todo, un bonito cementerio.

Este cementerio judío, el más antiguo de Europa, está todo lleno de las clásicas lápidas que parece que brotan del suelo en direcciones aleatorias, dando una sensación de caos ordenado que invita a la reflexión y al paseo relajado.

HESSE

Frankfurt am Main

Frankfurt am Main tiene cierta fama de ciudad aburrida y muy volcada a su faceta de capital financiera, sin embargo, tiene algo más que eso, y nosotros tratamos de descubrirlo en nuestra visita.

Probablemente lo más famoso a nivel turístico es su plaza principal, Römerbergplatz. Nuestra visita a Frankfurt coincidió con el otoño, con todas las hojas de diferentes tonos amarillentos caídas sobre el suelo, lo cual hizo que disfrutáramos mucho del paseo por la orilla del Meno, caminando sobre este manto otoñal.

También son destacables la Alte Oper, y el Museo Alemán de Arquitectura (Deutsches Architektur Museum).

NORDRHEIN-WESTFALEN

Köln

Aunque no es estrictamente una ciudad sureña de Alemania, no la queríamos dejar fuera de este artículo debido a su carácter y, especialmente, a su Carnaval, uno de los más famosos de Europa. Anna tuvo la suerte de asistir en una ocasión. La ciudad se llena por completo en una fiesta muy diversa en la que la gente disfruta de las calles y plazas, a pesar del frío que suele hacer habitualmente en esas fechas (finales de febrero).

Además, no hay que irse de Colonia sin visitar su espectacular Catedral, una de las iglesias góticas más importantes de Europa. Es en la actualidad el monumento más visitado de Alemania.