RUTA POR INDONESIA
Indonesia es un país formado por más de 17 mil islas que se encuentra en el famoso anillo de fuego del pacífico, donde se concentra la mayor actividad sísmica del planeta.
Las palabras Indonesia y Volcán van de la mano, forman un todo, no pueden existir el uno sin el otro, es por ello que una de las actividades más recomendadas en Indonesia es hacer trekking en cualquier volcán o monte contiguo y contemplar el amanecer desde lo más alto, una experiencia inolvidable que más adelante hablaremos con detalle.
Dicho esto, es conocido por todos los últimos terremotos e incluso tsunami que han azotado al país, pero tenemos que entender que es algo a lo que ha estado, está y estará expuesta Indonesia toda la vida, por ello no debemos tener miedo, simplemente conocer a qué país y conocer a qué estamos expuesto.
Indonesia es perfecta para ser visitada en el verano europeo, lo único malo de todo esto es que hay que organizar el viaje con antelación, puesto que es temporada alta y los mejores alojamientos en relación calidad-precio vuelan, si tenéis pensado visitar como mochileros Indonesia en julio o agosto deberíais de tener esto en cuenta.
Nosotros fuimos en Julio, así que decidimos tener todo organizado al 80 %, como en nuestra mayoría de viajes, puesto nuestra filosofía de viajar es un tanto especial, nos gusta la libertad del mochilero, y a su vez nos gusta tenerlo organizado, e intentamos unir ambos conceptos, cogemos el alojamiento y los vuelos, y dejamos el resto a la improvisación, porque un viaje sin improvisación no es una aventura.
En cuanto a algo que siempre nos preocupa a todo aventurero, el precio del viaje, comentar que nosotros estuvimos 18 noches en total, y que nuestro presupuesto fue en total de 1500 euros por persona, contando aquí todo, desde el vuelo hasta el último café en el aeropuerto de Madrid .
Se puede viajar aún más barato, como veréis más adelante nos alojamos en algunas guesthouse, pero también nos alojamos en algunos hoteles de 4 estrellas, somos unos mochileros un tanto especiales 😊, y eso hace incrementar el presupuesto. Nuestra forma de organizar el viaje es realizando un presupuesto diario el cual no podemos pasar bajo ningún concepto, salvo causa de fuerza mayor obviamente, y si se pasa al día siguiente procurar compensarlo. Para los que nunca hayáis ido a Asia, un país barato a simple vista se puede convertir en caro si gastas más de lo que necesitas. En este viaje decidimos tener como presupuesto diario 30 euros para los dos, 15 por persona, quitando lógicamente los vuelos y alojamiento.
Al ser un país formado por tantas islas hace imposible visitar más que una parte del mismo, por lo que tendremos que elegir bien qué queremos visitar, nosotros por ejemplo descartamos las islas de Borneo y Sumatra, si bien teníamos muchas ganas de visitar Borneo y sus famosos orangutanes, solo disponíamos de 18 días y decidimos posponer la visita a Borneo, puesto que teníamos claro que queríamos estar unos días en alguna isla lo menos habitada posible para poder practicar lo que nos apasiona, el snorkel, y también teníamos claro que queríamos explorar Bali.
Nuestros 18 días los dividimos en 3 partes, dejando la parte que más nos gusta para el final, algo que aprendimos de nuestra primera experiencia en Asia y que siempre aconsejamos.
Volamos con la compañía Saudia, de Arabia Saudita, nuestro vuelo comenzó en Madrid haciendo escala en Jeddah hasta llegar a Yakarta (indonesia). La escala fue de unas 5 horas en el aeropuerto de arabia saudita y nuestra recomendación es que si podéis evitar esta escala en este aeropuerto mucho mejor.
Los motivos no son otros que no haya nada abierto para comer y beber, baños abarrotados y con escasa higiene y un espacio de aproximadamente 500 metros para todos los pasajeros de los vuelos nocturnos y diurnos que también hacían escala por varias horas.
En la única sala del aeropuerto no había espacio para tantas personas y las sillas eran un bien preciado como podréis apreciar en las fotos.
Otro aspecto a destacar fue el señor de megafonía, el cual anunciaba vuelos cada 15 minutos en tono alto y voz peculiar, por lo que ni pudimos dormir (aunque alguna cabezada se dio) en conclusión, se nos hizo eterno pero las risas estuvieron aseguradas por lo surrealista que parecía todo. ah que se nos olvidaba! el precio del vuelo rondó los 500 euros por persona, era mucho más barato que otro tipo de compañías con más renombre.
Dicho esto, ya sabéis a lo que os exponéis si queréis ahorrarse uno eurillos en vuestro vuelo.
Y hasta aquí podemos contar de la ida, no os quiero desvelar el final ¨la gran vuelta¨ que no fue tan entretenida como la ida por no decir que no nos hizo ninguna gracia pero es algo que no revelaremos hasta el capítulo final del viaje, estamos totalmente en contra de los spoilers 😊.
La primera parte del viaje la dedicamos a la isla de Java, con parada obligatoria en Yakarta, aunque nuestro principal destino en esta isla era Yogyakarta.
A Yakarta llegamos por la tarde, y nos dirigimos al hotel Ibis Budget Jakarta Menteng, hotel alejado del centro de la ciudad pero ideal si lo que se quiere es simplemente descansar, como era nuestro caso.
Nada más llegar soltamos nuestras mochilas y pusimos rumbo al centro histórico de Yakarta, la plaza Toman Fatahillah y sus alrededores.
Como hemos dicho anteriormente Indonesia era nuestra segunda aventura en Asia, la primera fue Tailandia, y lo que nos llamó aquí la atención nada más pisar Indonesia es la diferencia cultural, nada más poner un paso en Indonesia descubres algo que ya sabías si solo lo habías leído antes, que Indonesia es musulmana, salvo la isla de Bali en la cual predomina en hindú.
En el camino hacia el centro histórico nos pasó algo muy curioso, nuestra primera intención fue ir andando al centro histórico puesto que nuestra filosofía de viajar es si se puede ir andando mejor andando, puesto que así descubres rincones y sitios que en un medio de transporte no puedes descubrir, en el camino siempre hay muchas aventuras por vivir, pero la hora de llegada y la distancia nos hizo decantarnos por coger un bus.
Es aquí en el bus donde nos pasó una situación curiosa, tras pagar el bus nos sentamos delante, y al cabo de unos minutos el conductor nos dijo que el hombre no podía estar sentado ahí, que delante sólo podían ir sentadas las mujeres, por lo que ambos decidimos sentarnos en la parte de atrás. Y en el mismo bus nos llamó la atención también una prohibición que tiene toda lógica, la señal de prohibido levantar las faldas, jamás habíamos visto esta señal, algo que mira por donde si hubiésemos ido andando nos hubiésemos perdido 😊.
Al bajarnos del bus por fin pudimos hacer lo que más nos gusta, pasear por Asia sin rumbo fijo, disfrutando del caótico tráfico y del peligro de cruzar sus calles, el cansancio que llevábamos encima se esfuma por completo con el simple hecho de estar allí.
Una vez en el centro histórico de Yakarta no nos dejaron pasar a la plaza Toman Fatahillah, puesto que al parecer cierra por la noche, así que sólo pudimos rodearla y contemplarla en la distancia, una pena puesto que es lo que más ansiábamos visitar en Yakarta. Tras un ligero y corto paseo nos fuimos de vuelta dirección al hotel que tocaba madrugar puesto que teníamos el vuelo dirección a Yogyakarta muy temprano.
Tras un buen desayuno buffet, tocaba dejar Yakarta rumbo a Yogyakarta donde pasaríamos las siguientes 4 noches. Para llegar al aeropuerto de Yakarta usamos la aplicación Grab Car, la cual funciona allí muy bien, iba a ser nuestra primera experiencia con una empresa de este tipo puesto que en nuestra ciudad no funciona Uber ni ninguna otra.
En nuestra primera experiencia pecamos de novatos, el conductor al llegar al destino nos dijo que si queríamos pagar en metálico había que pagar una cantidad extra, nos resultó extraño pero entre las prisas para no perder el vuelo y la confianza que pusimos en el conductor nos creímos esto, algo que más tarde descubrimos que no funcionaba así, habíamos sido engañados por el conductor, pero nada de lo que no se pueda aprender.
El hotel elegido para nuestras 4 noches en Yogyakarta fue el Burza Hotel, totalmente recomendable, desayuno muy completo y abundante, muy buena ubicación, relativamente cerca de los puntos clave de la ciudad y a la vez alejado del bullicio, un lugar donde poder descansar si se precisa, algo que sin duda necesitaríamos después del trekking que comentaremos más adelante.
En Yogyakarta fue donde nos dimos cuenta de la poca variedad de comida que hay en Indonesia, comparado con Tailandia, a nosotros nos encanta la comida asiática, pero en Indonesia hay poca variedad, y más si la comparas con la comida tailandesa, bajo nuestro punto de vista la mejor.
Elegimos Yogyakarta como principal destino en Indonesia para poder visitar los templos de Prambanan y especialmente Borobudur, y para poder realizar un trekking nocturno en el volcán Merapi para poder contemplar el amanecer desde uno de los puntos más altos de Indonesia, sin duda alguna una actividad que hay que realizar si decides visitar Indonesia.
Comentar aquí que el volcán Merapi entró en erupción meses antes de nuestro viaje, por lo que tuvimos que decantarnos finalmente por escalar el monte que está justo en frente del Merapi, el monte Merbabu, lo que para nosotros fue una de las mejores experiencias que hemos vivido, totalmente recomendable y si os animáis a realizarlo os daremos varios consejos que sin duda alguna os servirán de ayuda.
El primer día en Jogja (Yogyakarta) decidimos tomárnoslo con calma y estuvimos en el hotel saboreando su comida y relajándonos en la piscina, y una vez descansados nos pusimos rumbo a explorar un poco la ciudad, como casi siempre que viajamos anduvimos bastante dirección a la concurrida calle Malioboro. La verdad es que creíamos que dicha calle cogía más cerca, fue una buena caminata de aproximadamente una hora, pero nos gusta explorar los rincones que nos encontramos en el camino, aprender de su cultura y su forma de vivir y ver la vida.
El segundo día lo dedicamos a visitar los templos de Prambanan y Borobudur. Nuestro consejo aquí es que concertéis un taxi privado que os lleve a ambos templos y que os esperen mientras los visitáis, justo eso es lo que nosotros hicimos, negociamos un taxi en el hotel y nos dispusimos a visitar estos famosos templos.
Mucha gente visitan dichos templos, sobre todo el de Borubudur, a primera hora de la mañana para poder presenciar el amanecer, nosotros decidimos visitarlos más tarde, algo que al final nos salió redondo porque permitió ver el atardecer desde el templo Borobudur, algo mágico se respira en ese templo, y eso que tuvimos la mala suerte de coincidir la visita con muchas excursiones de colegios de la zona, estando dicho templo abarrotado de gente, pero aún así la magia no se pierde. Consejo, si decidís ver el amanecer desde los templos que sean desde el Borobudur, a día de hoy el templo más impactando que hemos visitado, y si por el contrario, hacéis como nosotros dejadlo para el final y así podréis presenciar el atardecer desde lo más alto.
Un consejo a la hora de organizar esto sería que si podéis evitar ir un domingo mejor, al parecer los domingos es cuando más gente visitan estos templos, sobre todo con excursiones de colegios como hemos comentado anteriormente. Nos gustaría aquí destacar algo curioso que desconocíamos y que nos impactó, nada más llegar a Prambanan nos sentimos observados, nos miraban todos, y de repente mientras estaba realizando una foto veo como Nerea se estaba haciendo una foto con varias locales, creíamos que sería algo puntual, pero a partir de aquí fue un no parar, parecíamos Brad Pitt y Angelina Jolie, a cada paso que dábamos nos pedían una foto,… y como nota cómica, estando en lo más alto del templo Borobudur, mientras contemplábamos tal paisaje se acercaron aproximadamente 30 niños de un colegio de la zona, querían una foto, pero no contentos con la foto grupal que nos hicimos querían una individual… lo que empezó como algo gracioso se convirtió en algo no tan gracioso… ahí es cuando comprendimos el mal carácter de muchos personajes famosos, y desde aquí os pedimos disculpa si alguna vez os hemos pedido alguna foto, incluso si os hemos mirado demasiado, como diría el rey Juan Carlos, lo siento no volverá a ocurrir 😊
Al siguiente día teníamos la excursión al monte Merbabu, nos hacía especial ilusión esta excursión, la cual nos costó 40 euros por persona, estando incluido recogida en el hotel en Yogyakarta, traslado a la aldea más cercana al monte, desayuno y guía para las dos solos, y vuelta al hotel de Yogyakarta.
Nos venían a recoger a las 8 de la tarde , así que ese día decidimos descansar pues nos esperaba una noche bastante ajetreada. No recomendamos esta actividad a personas sedentarias, no acostumbradas a andar o a practicar algún deporte, pues son casi 4 horas de escalada, haciendo pequeñas pausas en los puntos que hay camino a la cima.
Tras llegar a la aldea situada en la ladera del monte Merbabu, nos bajamos del vehículo y nos llevaron a una casa en la que nos sirvieron un desayuno ligero para coger fuerzas, y donde coincidimos con otros aventureros que iban a realizar la misma actividad. Mientras nuestro guía se preparaba todos los demás partían con sus respectivos guías, hasta que por fin nos tocó a nosotros, siendo finalmente los últimos en partir.
El camino al principio parecía fácil, empinado pero fácil, nada más lejos de la realidad, pasada la media hora de camino, justo cuando avistábamos el volcán Merapi bajo la luz de la luna, empezó lo más duro, pasando por caminos estrechos y empinados, arena mojada y resbaladiza, cuanto más alto mayor era el frío, algo que ya sabíamos de antemano, pero una cosa es saberlo y otra muy distinta experimentarlo.
Finalmente y a pesar de aquellos últimos 50 metros de tierra y roca vertical conseguimos llegar a la cima, siendo los primeros en conquistar la cima ese día, los primeros en sentir ese frío increíble, algo que conseguimos sobrepasar gracias a nuestro querido guía el cual hizo de la nada una pequeña hoguera que nos salvó la vida.
Pese al frío y el esfuerzo, comprendimos que todo lo sufrido tiene su recompensa, y vaya recompensa!! poder contemplar ese maravilloso amanecer rodeado de volcanes y montes, acariciando las nubes, es algo único, inolvidable e irrepetible, pues como dijimos al bajar…Una y no más!! 😊 (Consejos: calzado adecuado, ropa de abrigo y paciencia)